Réquiem por Antonio Tabucchi

26 mar 2012

Nuestro recuerdo para Antonio Tabucchi (1943-2012), escritor italiano, portugués de adopción, muerto de cáncer a los 68 años el 25 de marzo de 2012, en la ciudad de Lisboa, tan amada por él y por su maestro Pessoa.
Profesor de Literatura portuguesa, escritor, articulista y traductor al italiano de la obra de Fernando Pessoa, su vida se desarrollaba entre Italia (La Toscana) y Lisboa.
Nos ha dejado obras tan interesantes como: "Piazza d'Italia" (relatos), y las novelas "El ángel negro", "Réquiem, una alucinación", "Sostiene Pereira" (1994), su obra más conocida,  llevada al cine en 1996 por Roberto Faenza y protagonizada por un Marcello Mastroianni en estado de gracia, "La cabeza perdida de Damasceno Monteiro" (1997).
Hombre comprometido con su tiempo, defensor de las libertades, siempre crítico con Berlusconi y con quienes lo apoyaron,  sus artículos periodísticos fueron recopilados en "La oca al paso" (2006) Escribió también una obra teatral: "Los diálogos frustrados".
Entre las últimas obras destacamos: "El tiempo envejece deprisa", libro de relatos recomendado por nuestra Biblioteca el pasado verano, "Viajes y otros viajes", último libro en español, y "Racconti con Figure", su última obra (2011).

"SOSTIENE PEREIRA"


Lisboa, 1938, dictadura de Salazar, guerra civil española y otros totalitarismos apuntando en Europa. Pereira, periodista del diario "Lisboa" recibe el encargo de dirigir la página cultural del periódico, y decide enfocarla en forma de necrológicas o elegías de autores del pasado. Necesitado de un colaborador, contacta con el joven Monteiro Rossi, joven comprometido con la vida. Entre Pereira, Monteiro y su novia surge una amistad especial que provoca en Pereira una puesta en cuestión de sus valores y una transformación de su vida.

(Fragmento)

  "Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Una magnífica jornada veraniega, soleada y aireada, y Lisboa resplandecía. Parece que Pereira se hallaba en la redacción, sin saber qué hacer, el director estaba de vacaciones, él se encontraba en el aprieto de organizar la página cultural, porque el Lisboa contaba ya con una página cultural, y se la habían encomendado a él. Y él, Pereira, reflexionaba sobre la muerte. En aquel hermoso día de verano, con aquella brisa atlántica que acariciaba las copas de los árboles y un sol resplandeciente, y con una ciudad que refulgía, que literalmente refulgía bajo su ventana, y un azul, un azul nunca visto, sostiene Pereira, de una nitidez que casi hería los ojos, él se puso a pensar en la muerte. ¿Por qué? Eso, a Pereira, le resulta imposible decirlo".





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