"No me resigno a dar la despedida/ a tal altivo y firme sentimiento /que tanto impulso y luz diera a mi vida". (Manuel Altolaguirre)
Este curso hemos celebrado
el 25 aniversario de nuestro instituto y, a la vez, veinticinco años ya de
nuestra Biblioteca, que ha funcionado desde el primer día con todo el ímpetu y
la ilusión que se merece este empeño. Han sido años de mucho trabajo en los que la Biblioteca se
ha ido transformando acorde a los
tiempos -como lo hacemos cada uno de nosotros- hasta convertirse en lo que es
hoy. Se han fichado 13.500 recursos, con su código y tejuelo, se han hecho
miles de carnés y de préstamos, hemos leído a la luz de las velas, y de la
luna, y hemos soñado con un mar de historias y con un mundo de sabores; nos
hemos puesto reivindicativos contra la violencia de género, en favor de la
igualdad y la no discriminación; hemos dialogado sobre la muerte y el valor de
la belleza en los cafés socráticos, y ha habido exposiciones, conferencias,
encuentros, tertulias... Nos han visitado poetas y la Biblioteca también se ha
hecho viajera y ha llegado a las familias...
¡Y nos dieron un premio! ¡Tantas cosas! Pero sobre todo está el equipo, las personas, que han hecho que esto sea posible: no tendría espacio aquí para nombrar a todas las que han trabajado a lo largo de estos años (les doy las gracias a todas ellas), pero como representación de todos y todas quiero mencionar a Salvador Gil, por el regalo que me hizo al confiar en mí, a Mº Victoria Nevado, que tantos años ha dedicado a esta tarea y que tanto me ha enseñado, y a tres profesoras que han sido parte fundamental de este trabajo colectivo, y que se jubilan ahora: Carmen Solano, Estefanía Callejas y Mª Carmen Rodríguez. Sólo puedo decirles: ¡gracias!. Yo misma aprovecho también para despedirme, con un sentimiento agridulce: de pena porque la Biblioteca ha sido parte fundamental de mi vida y la/os voy a echar de menos y, por otra parte, con alegría por todas las satisfacciones que me ha dado. ¡Gracias y hasta siempre! Carmen Guillén
¡Y nos dieron un premio! ¡Tantas cosas! Pero sobre todo está el equipo, las personas, que han hecho que esto sea posible: no tendría espacio aquí para nombrar a todas las que han trabajado a lo largo de estos años (les doy las gracias a todas ellas), pero como representación de todos y todas quiero mencionar a Salvador Gil, por el regalo que me hizo al confiar en mí, a Mº Victoria Nevado, que tantos años ha dedicado a esta tarea y que tanto me ha enseñado, y a tres profesoras que han sido parte fundamental de este trabajo colectivo, y que se jubilan ahora: Carmen Solano, Estefanía Callejas y Mª Carmen Rodríguez. Sólo puedo decirles: ¡gracias!. Yo misma aprovecho también para despedirme, con un sentimiento agridulce: de pena porque la Biblioteca ha sido parte fundamental de mi vida y la/os voy a echar de menos y, por otra parte, con alegría por todas las satisfacciones que me ha dado. ¡Gracias y hasta siempre! Carmen Guillén
"Se despidieron y en el adiós ya
estaba la bienvenida" (Haiku
109, Mario Benedetti)