Una historia sensual de amor y cocina en el marco de la revolución mexicana.
Codornices con pétalos de rosas
Y si nos atrevemos a cocinarlas, aquí van algunos enlaces con la receta:
"Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillas en nuestro interior, no las podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de las cerillas. Por un momento nos sentiremos deslumbrados por una intensa emoción. Se producirá en nuestro interior un agradable calor que irá desapareciendo poco a poco conforme el tiempo, hasta que venga una nueva explosión a reavivarlo. Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, pues la combustión que se produce al encenderse uno de ellos es lo que nutre de energía al alma. En otras palabras, esta combustión es su alimento."
- ¿Me quiere?
- No lo sé...
- Tita, respóndame.
- Le he dicho que no lo sé, déjeme pensarlo...
- ¿Cómo va a pensarlo? El amor no se piensa, se siente o no se siente
- No lo sé...
- Tita, respóndame.
- Le he dicho que no lo sé, déjeme pensarlo...
- ¿Cómo va a pensarlo? El amor no se piensa, se siente o no se siente
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